El museo se ubica en un palacete de la calle San Mateo construido en el último cuarto del siglo XVIII, y recrea la vida cotidiana y las costumbres de la alta burguesía durante el Romanticismo, mostrando cómo era la sociedad en aquel periodo y quiénes fueron los principales protagonistas de ese movimiento cultural en España. Se trata de una casa-museo donde pueden contemplarse un conjunto heterogéneo de fondos —pintura, dibujo, estampa, escultura, mobiliario y otros enseres, fotografía o artes decorativas— dispuestos “como entonces”, de manera que transportan al visitante a un escenario característico de ese momento de apertura a un espíritu nuevo que acabó por impregnar todos los órdenes de la vida, desde la política a los valores y costumbres, pasando por el arte y la literatura.
Por la propia naturaleza del museo en su condición de casa, la remodelación implicó trabajos tales como la restauración de las carpinterías, el tratamiento de suelos, paramentos y techos (entelados, recuperación de tono en los paramentos ya pintados, empapelado), y la confección de elementos de tapicería (cortinas, visillos, tapizado de las piezas de mobiliario de la colección) y de muebles de cubrición (para equipos de fancoil y chimeneas). Además, se instalaron elementos de iluminación (líneas eléctricas, lámparas, focos y carriles electrificados) y se fabricaron e instalaron tanto el mobiliario expositivo (vitrinas, peanas, marcos para estampas, marcos vitrina, urnas, abaniqueras…) como los elementos gráficos (para la exposición y la señalética). El montaje de las colecciones en las salas estuvo también a cargo de Empty, así como el acondicionamiento en la planta baja de zonas de vestíbulo, taquilla, consigna y tienda para ofrecer un mejor servicio a los visitantes.
