Entre el 24 octubre 2023 y el 25 enero de 2024, el Museo Nacional de Qatar ha acogido casi 130 obras de la significativa colección de artes visuales de Oceanía que atesora el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, y que salen de Estados Unidos por primera vez en casi un siglo, ya que el ala Michael C. Rockefeller del MET, donde pueden contemplarse habitualmente, está siendo renovada.
La exposición se organizó en grandes temas, “Viajes”, “Ancestros” y “Tiempo”, para poner de manifiesto la conexión entre los isleños del Pacífico y su rico patrimonio cultural, y el dinamismo de las expresiones artísticas de estos territorios insulares, algunas de las cuales tienen cuatro siglos de antigüedad y entre las que se incluyen tableros de puerta, figuras ancestrales elaboradamente talladas, adornos ceremoniales, instrumentos musicales, máscaras realizadas con concha de tortuga o pectorales de marfil de ballena. Todo ello expuesto desde las perspectivas indígenas y a partir de una investigación que involucra distintas disciplinas: historia del arte, etnografía y arqueología.
El proyecto expositivo, a cargo de Museea —estudio fundado por Sofia Hedman y Serge Martynov que ha diseñado montajes en los museos más prestigiosos del mundo— destaca por su sencillez y la apuesta monocromática por el blanco para dejar todo el protagonismo a unas manifestaciones artísticas conectadas conceptual y materialmente con el mundo natural, de modo que se haga evidente para quienes las contemplan que determinadas expresiones fueron resurgiendo en diferentes épocas y en contextos insulares distintos, poniendo en evidencia las relaciones culturales ininterrumpidas que han mantenido los isleños del Pacífico durante generaciones.
Empty se encargó de producir los planos de taller para la fabricación de muros, plintos y vitrinas con vidrios de gran tamaño, así como de implementar todos los requisitos que solicitaba el MET para albergar las piezas en las nuevas vitrinas. Además, colaboró en el montaje de dichas piezas e instaló la infraestructura necesaria para el funcionamiento de las producciones audiovisuales. La intervención en el espacio para recibir la colección tuvo que limitarse a tan sólo dos semanas; y casi tres fueron las invertidas en instalar las obras.