“Marvellous Creatures: Animal Fables in Islamic Art”, Museo de Arte Islámico, Doha

Diseño, producción y montaje de la exposición, diseño gráfico e iluminación, y diseño, producción y montaje de soportes de una exposición dedicada a los animales fantásticos que pueblan cuentos y leyendas islámicos, y que aparecen representados en piezas arqueológicas y artísticas de las colecciones del Museo de Arte Islámico y de otras instituciones internacionales.

Entre marzo y julio de 2015 pudo verse en el Museo de Arte Islámico de Doha, en Qatar, la exposición “Marvellous Creatures”, un sugerente y extenso bestiario mítico con la presentación, a través de la iconografía de piezas arqueológicas y artísticas, de los animales fantásticos que pueblan los cuentos y leyendas islámicos. Esta muestra temporal de 600 m2 se configuró a partir de seis módulos octogonales, reminiscentes de motivos ornamentales autóctonos, que albergaban las cuatro secciones temáticas de la exposición —basada en los cuatro elementos de la Naturaleza: fuego, aire, tierra y agua—, más un espacio de cuentacuentos y proyección, y otro destinado al público familiar e infantil. Para revestir los módulos se utilizaron telas impresas con motivos y texturas relacionadas con cada tema, de modo que la gráfica adquiría un especial protagonismo como dispositivo de ampliación iconográfica.

Se realizaron ilustraciones en gran formato de los cuentos que representaban cada uno de los elementos para vestir el pasillo que distribuía las salas y los espacios de actividades. A su vez, en cada sala se oía a modo de murmullo de fondo el cuento del que se había elegido el animal o criatura principal. Ese murmullo de la tradición oral más los efectos de la iluminación consiguieron generar un ambiente especialmente singular y atractivo.  

En la sala de actividades había reproducciones en tela de los animales o criaturas que simbolizaban cada una las áreas y el espacio se organizaba mediante dos grandes mesas con taburetes que permitían tanto la interactividad con iPads como pintar en postales o escribir comentarios. 

En las paredes enfrentadas a la entrada, el público interactuaba con dos grandes murales magnéticos: un puzzle con piezas que eran las partes de los animales protagonistas, para que cada niño o persona pudiese componer su criatura mítica. Y otro a modo de enorme alfombra donde se introducían los dibujos que hacían los visitantes sobre su criatura o pieza favorita de la exposición.