El aspecto más importante de este proyecto fue la alteración de la estructura original del edificio de oficinas para permitir su transformación en un hotel con una piscina en la azotea, así como la modificación de todo el sistema de comunicaciones verticales. El diseño y la puesta en marcha de los servicios necesarios para el nuevo uso hotelero también fue parte del encargo.
El cerramiento exterior de fachada, con estructura de aluminio para el muro cortina de vidrio, representó uno de los capítulos más significativos de la intervención, donde se usaron materiales singulares como mármol blanco yugoslavo para revestir la escalera principal. Otro de los trabajos más exigentes fue el de metalistería, para formar elementos singulares de acero inoxidable en la recepción y de vidrio para la decoración de los cabeceros de las habitaciones.