Gestión de los trabajos de decoración interior y amueblamiento del centro comercial WOW, Madrid

En el número 18 de la Gran Vía madrileña, rehabilitación de edificio histórico con nuevas instalaciones de iluminación, audiovisuales, decoración y mobiliario, repartidas en 6 plantas comerciales.

El centro comercial está localizado en el antiguo Hotel Roma, que fue el primer edificio terminado en la Gran Vía madrileña. El diseño original (1911) es del francés Paul Ernest Sanson; y el definitivo (1913), basado en el anterior, del español Eduardo Reynals Toledo. La inauguración como establecimiento hotelero tuvo lugar en 1916, pero con el tiempo sufrió cambios: fue sede del Banco Ibérico tras la Guerra Civil, o se llevaron a cabo modificaciones en 1946, 1955 o 1966 que transformaron tanto su función original como sus elementos decorativos. El de oficinas ha sido su último uso antes de la transformación en centro comercial.

El proyecto de interiorismo ha estado a cargo de External Reference, quienes han definido tanto el concepto general de cada planta como su distribución o los materiales a emplear. El diseño pretende ser innovador en el mundo del retail y busca proporcionar a los clientes una experiencia phygital, donde se combinan los mundos físico y digital a través de los efectos de iluminación y los acabados, la decoración y el mobiliario o las instalaciones audiovisuales.
Empty ha gestionado las actuaciones en seis de las ocho plantas del edificio, concretamente las inferiores, sótano incluido. Cada planta responde a un concepto diferente en relación con los productos o las marcas que se quieren exponer a la venta. Así, por ejemplo, en la planta baja, donde las pilastras originales restauradas remiten a la arquitectura clásica, encontramos esculturas clásicas reinterpretadas, o un techo simulando las estrías de dichas pilastras. En la planta tercera, donde los artículos a exponer son deportivos, el ambiente que se evoca y reinterpreta es el de un gimnasio.

El hecho de que en este centro comercial Empty haya actuado como empresa gestora de la construcción y no como empresa constructora ha permitido potenciar la fluidez de las relaciones entre los diseñadores y el cliente, mejorar técnicamente ciertos aspectos y tener un óptimo control tanto de los procesos de producción como, posteriormente, de ejecución de la obra.