En el Paseo de Gracia se encuentra el local de una de las marcas más reconocidas de la moda de alta costura, que necesitó ampliarse y transformarse íntegramente. Como ya sucedió en el caso de la tienda que la firma francesa tiene en Madrid, Empty se hizo cargo de la remodelación integral del espacio, de 525 m2, según un proyecto del arquitecto norteamericano Peter Marino.
La tienda no cerró sus puertas durante las obras, que fue preciso hacer compatibles con las necesidades de descanso de los huéspedes de un hotel de lujo y con la normativa municipal respecto a intervenciones en entonos urbanos tan emblemáticos como éste. Tras los trabajos de demolición se abordaron los de estructura e instalaciones; y fueron también capítulos importantes los escaparates y la carpintería de fachada, los cerramientos, la metalistería y los vidrios, además de la instalación de la piedra y las tarimas o los toldos.
El elemento más característico de la actuación, y el que mejor define la impronta abierta que se buscó para el espacio, es la escalera, que permite ver las tres plantas del local desde la calle, a través de los escaparates. Para Empty resultó muy estimulante llevar a cabo tanto la definición constructiva como la propia construcción de esta “pieza” a la vez rotunda y delicada, que según los puntos de vista parece haber sido obra de un escultor o de un experto en papiroflexia.