Además, con Apple estamos siempre aprendiendo e innovando. Cada proyecto es un nuevo desafío por su diseño, materiales, localización y soluciones constructivas. Ello acelera el aprendizaje de todo el equipo y es un incentivo para formarnos de forma continua y afrontar con las máximas garantías cualquier nuevo reto.
Uno de los trabajos de los que nos sentimos más orgullosos, y con los que más hemos aprendido, es el desarrollado con el equipo de I+D en Cupertino, sede central de la empresa, que nos ha llevado a abordar investigaciones relacionadas con la búsqueda de aleaciones metálicas con propiedades y acabados que no existían en el mercado hasta ese momento, terrazos prefabricados de gran formato, vitrinas especiales con aperturas automatizadas y fácilmente configurables en su composición interior, estudio sobre productos para la protección de la piedra, desarrollo de diferentes piezas mecanizadas en bronce —como tiradores y señalética—, puertas de vidrio de gran formato a prueba de intrusos, con perfiles reducidos de acero que albergan todos los mecanismos de apertura y seguridad y, sobre todo la realización de numerosos prototipos, varios de ellos ejecutados en Cupertino.
Incluso tenemos abierta una línea de producción de pequeños documentales sobre la ejecución de algunos de los proyectos más emblemáticos de Apple que nos han llevado a realizar grabaciones en Macao o Bangkok.